🤓 Desvelando los Secretos del Fast Tracking y Crashing: Comprime tu cronograma con Maestría
He recorrido el mundo realizando megaproyectos y en todos ellos siempre hay momentos de mucha presión para terminar en tiempo y en coste.
Hacer frente a todos los requisitos del proyecto no es cosa fácil y además la incertidumbre y complejidad en los proyectos es cada vez mayor. Como sabes en el mundo real hay muchos riesgos y entornos de negocio que cambian cada vez a mayor velocidad. Siempre hay que realizar ajustes a nuestro plan de proyecto para cumplir con los objetivos marcados. ¡Ojo! Que esto no es una cuestión baladí. Tu prestigio y tu credibilidad como profesional están en juego. En el vídeo de hoy te desvelamos los secretos del fast Tracking y el Crashing para que puedas comprimir el cronograma con maestría y en base a las mejores prácticas del PMBOK en esta situación Te lo cuento aquí, en Laurum Project Academy.
Como siempre ya sabes que puedes ver todo el contenido de este artículo en el siguiente vídeo de nuestro conocido canal de Youtube:
Introducción.
Gestionar proyectos puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de proyectos grandes y complejos. Hay muchos factores a considerar, desde la planificación y el presupuesto hasta la gestión del equipo y la toma de decisiones.
En este contexto los gerentes de proyectos a menudo tienen que tomar decisiones rápidas y efectivas en situaciones de alta presión. Además, deben asegurarse de que las decisiones tomadas no afecten negativamente al proyecto a largo plazo.
Toma nota, para corregir el desempeño en nuestro proyecto y terminar a tiempo tenemos fundamentalmente dos opciones válidas, la Ejecución Rápida o Fast Tracking y la Intensificación o Crashing. Ambas opciones son las recomendadas por el Project Management Institute.Veamos en detalle las características de cada una de ellas:
Ejecución Rápida o Fast Tracking
La ejecución rápida es un método de compresión del cronograma en el que actividades o fases que normalmente se realizan en secuencia se llevan a cabo en paralelo, al menos durante una parte de su duración. Es decir, solapamos actividades y esto nos permite terminar antes el proyecto.
Pero no todo van a ser ventajas, si aplicamos Ejecución Rápida introducimos mucha incertidumbre en el proyecto, mucho Riesgo que puede impactar negativamente en el proyecto. Esta es la consecuencia de no terminar una actividad o fase y comenzar la siguiente.
Es importante tener en cuenta que el fast tracking no es adecuado para todos los proyectos. Debe aplicarse con precaución y después de un análisis exhaustivo de las dependencias entre las actividades y los posibles impactos en la calidad y el riesgo del proyecto. Además, es fundamental contar con una comunicación sólida entre los miembros del equipo y una supervisión constante para abordar cualquier problema que surja durante la implementación de esta estrategia.

Intensificación o crashing
Y por otro lado tenemos la intensificación, que es un método utilizado para acortar la duración del cronograma mediante la adición de recursos. Esto es sencillo, quiere decir que, en actividades condicionadas por el esfuerzo, al añadir más recursos la duración se reduce. ¡¿Qué no sabes qué es una tarea condicionada por el esfuerzo?! Te lo explico.
Pero igualmente esta técnica tiene sus inconvenientes, es importante tener en cuenta que la intensificación también conlleva riesgos y desafíos. Al asignar recursos adicionales, es muy posible que se incurra en costos adicionales. Además, una mayor velocidad de trabajo puede aumentar la posibilidad de errores, lo que podría afectar la calidad del trabajo. Además, la intensificación podría generar presión adicional en el equipo y afectar la moral y la motivación si no se gestiona adecuadamente.
Por lo tanto, antes de aplicar la estrategia de intensificación, es esencial evaluar cuidadosamente las actividades que se beneficiarían más de los recursos adicionales, analizar los posibles impactos en los costos y la calidad, y comunicarse de manera efectiva con el equipo para garantizar que estén al tanto de los cambios y estén comprometidos con el proceso.

Malas prácticas
Por otro lado, tenemos las malas prácticas que NO os recomiendo utilizar porque al final te van a causar más problemas que beneficios. Estas malas prácticas son la reducción del alcance y el recorte en la calidad de los entregables.
Con la reducción del alcance, lo que hacemos es dejar de ejecutar parte del alcance que teníamos contratado. Por ejemplo, si tengo que construir una escalera no voy a colocar la barandilla y con eso ahorro tiempo y dinero.
Por otro lado, con el recorte en la calidad no cumplo con los requisitos del proyecto. Por ejemplo, si tengo que pintar una estructura metálica no le aplico todas las capas de pintura especificadas en el plan de calidad. Con esto igualmente puedo ahorrar tiempo y dinero.
Dejadme deciros que estas dos últimas opciones simplemente no funcionan. Si reduces el alcance, si no ejecutas el alcance que tienes contratado en tu proyecto; más temprano que tarde tu cliente te lo va a reclamar y lo mismo ocurre con el recorte de la calidad. Finalmente, no solo no has conseguido tu objetivo, sino que tendrás que realizar reprocesos; volver a realizar el trabajo con el consiguiente aumento de coste y pérdida de tiempo.
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